sopastrike

10 sept 2009

La historia del niño ahogado

Hace un par de semanas, a finales de agosto, soñé que me encontraba en el medio del mar, azul y turquesa de arenas blancas. Estaba parada en el agua, y junto a mí, estaba el Spica cuando era niño, nadando en círculos frente a mí. De cuando en cuando, se hundía violentamente en el agua tranquila como si algo lo jalara por un pie, y empezaba a ahogarse angustiosamente. Entonces me acercaba yo y lo llevaba a la superficie, tomándolo firmemente por un brazo. La escena se repitió innumerables veces, y yo seguí sacándolo del agua, siguiendo un instinto que no me cansaba.

He tenido ese sueño tres veces más desde entonces. La última fue ayer. Pero esta vez, sabiendo que debía hacer algo para que el sueño no conquistara mis noches, hice el mayor esfuerzo de conciencia que pude.

Y lo dejé ahogarse. Recuerdo haber llorado mientras lo miraba agitarse bajo el agua clara, pero me quedé parada donde estaba. El mar comenzó a tornarse verde, el niño perdía las fuerzas bajo el agua. Entonces las burbujas cesaron, y sangre empezó a subir a la superficie, a dispersarse oscura y espesa hasta el lugar en el que yo estaba.
Me sumergí, agitada por el miedo y la adrenalina. Todo desaparecía y se volvía luz blanca.

Es la primera vez que me siento morir en un sueño.

Nox.

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