No te veré esta noche ni ninguna otra noche.
No arderemos en llamas azules o verdes
ni nos sentaremos en los bancos de este parque.
Nos iremos lejos,
cada vez más cerca de nosotros y de los dos y de nadie,
sin nunca vernos ni tocarnos ni esperar lo que viene.
Caminaremos con una sombra que no nos pertenece
y nos reiremos de espaldas el uno al otro,
de espaldas al agua y a los árboles
y a tu casa que veo de este banco desde donde no veo que no estás
ni me ves
ni me esperas
ni nada de nadie de ninguno de nunca,
buenas tardes.
La noche caerá sobre tu hombro que sospeché
y cerraré para siempre mis párpados mojados de sol.
Me sacaré las medias e iré a quedarme cerca de donde te alejas de mí
con ruido de hojas y motores.
No estaré al lado tuyo y tú no sospecharás mi ausencia.
Cómo quisiera levantarme y que este banco se haga cenizas y que todo arda,
que haya valido la pena venir a esperarte aquí quieta como quien pesca truchas
chao dije, ya, adieu mon trésor,
buenas tardes, sábado, bye bye.
sopastrike
Mostrando entradas con la etiqueta el hombre Renacuajo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta el hombre Renacuajo. Mostrar todas las entradas
17 jun 2014
Cropettes
Etiquetas
adiós adiós,
deseo,
el hombre Renacuajo,
errores,
instante,
soledad,
verano
4 may 2014
Pistolitas
Admirar las estrellas entre dos postes de luz
«porque esto no va a durar para siempre».
Engordar y vivir, borracha de sangría y de esperas,
en el lindero del amanecer de carne y agua.
Heme aquí deshaciendo los listones azules de nuestra noche de estrellas apagadas,
adornada para ti y para nadie.
Entretanto he alumbrado al ojiazul, y al panzón, y al barbudo
he perdido mi paraguas y mis medias
y te espero, quieta, alerta y borracha
descalza en el asfalto para mirar las estrellas entre dos postes de luz
«porque esto no va a durar para siempre»
disparando en pupos ajenos a mi deseo el jugo cósmico que juntaba para ti
porque tuvimos el lugar, perdimos la hora
son las 4:57 y estoy mirando las estrellas
y borracha
y te espero
y no tengo medias ni medios
he llamado en la penumbra a tu inicial mántrica para que duerma conmigo los domingos
pero no sos vos, toc toc, no estás,
ya tú invocarás tus propios ángeles cuando amanezca
y yo dormiré adornada entre ojiazules y panzones
jugando a las pistolitas y a los lisiados y a los deseados
querido tú
te quiero
je te veux
dónde estás, pendejo
yo he reservado nuestro puesto en primera fila para esta aurora
entre dos postes de luz
«porque esto no va a durar para siempre».
«porque esto no va a durar para siempre».
Engordar y vivir, borracha de sangría y de esperas,
en el lindero del amanecer de carne y agua.
Heme aquí deshaciendo los listones azules de nuestra noche de estrellas apagadas,
adornada para ti y para nadie.
Entretanto he alumbrado al ojiazul, y al panzón, y al barbudo
he perdido mi paraguas y mis medias
y te espero, quieta, alerta y borracha
descalza en el asfalto para mirar las estrellas entre dos postes de luz
«porque esto no va a durar para siempre»
disparando en pupos ajenos a mi deseo el jugo cósmico que juntaba para ti
porque tuvimos el lugar, perdimos la hora
son las 4:57 y estoy mirando las estrellas
y borracha
y te espero
y no tengo medias ni medios
he llamado en la penumbra a tu inicial mántrica para que duerma conmigo los domingos
pero no sos vos, toc toc, no estás,
ya tú invocarás tus propios ángeles cuando amanezca
y yo dormiré adornada entre ojiazules y panzones
jugando a las pistolitas y a los lisiados y a los deseados
querido tú
te quiero
je te veux
dónde estás, pendejo
yo he reservado nuestro puesto en primera fila para esta aurora
entre dos postes de luz
«porque esto no va a durar para siempre».
Etiquetas
deseo,
domingo,
el hombre Renacuajo,
noche,
primavera,
sentir,
ver y no tocar
8 abr 2014
La pista.
Si este no es el lugar, ¿en dónde?
Dame una pista, dime,
no te me pierdas.
Soy especialista en dar vueltas como loca
en no saber decir no
en pretender ciertas cosas
(y otras menos)
(y otras menos)
y de repente es la una y doy vueltas pensando en vos.
Es la una y pienso en tu boca
cierro los ojos y veo esa boca que ya he visto
y veo la curva de tu hombro que no he visto
¡Pero si sólo es la una!
Ahora llueve.
Cierro los ojos y veo la boca y el hombro
¿será que me muestras?
Se puede ver y no tocar, dicen
Pero si no los has visto, loca
Bueno la boca sí, ahora quiero el hombro).
Ya, no me des la pista, déjame encontrarte
Conozco el lugar, ya he estado, pero no contigo
Porque no era el mismo lugar o no era yo misma porque no eras tú
Pero ahora sí, tengo el lugar
¿qué será que te envío?
A lo mejor tú no duermas con la ventana abierta
y no entran los pájaros a gritos,
así que hasta aquí llegaron las palomas mensajeras.
Si le digo a la lluvia, a lo mejor,
mañana con las medias empapadas te acordarás de mí
y se te ocurrirá que el lugar será uno para mojarse las medias
el lago
nos mojaremos las medias con lluvia embotellada de otros días
de aquí y de otros lados
de otras lenguas
en otras bocas
Cierro los ojos y veo tu boca
y en tu boca los pájaros
la una
el lugar
y yo.
Etiquetas
cuerpo,
el hombre Renacuajo,
lluvia,
noche,
primavera
Suscribirse a:
Entradas (Atom)