La luz tenue del sol de invierno atraviesa silbando las cortinas, dejando el silencio con notas purpúreas.
Supongo que es el frío.
Me doy la vuelta bajo la cobija, bajo la cual mi cuerpo hierve. Me destapo. Mi piel se eriza, congelándose repentinamente. Me vuelvo a cubrir. Me sofoco.
Cierro los ojos bajo el manto húmedo de los párpados abrasadores. Siento el aire vibrar a mi alrededor, mi cuerpo callar bajo mi piel. Las arañas rasguñan las paredes. El techo se curva bajo las espirales verdes y rosas. Llueve dentro de mi cuarto. En mi sordera acolchonada distingo el ritmo del tambor de mis entrañas...
Nox.
No hay comentarios:
Publicar un comentario