Lo que quiero ahora es sentarme a contar historias junto a mil tazas en mil cafés, quiero sacar mentiras que mis palabras volverán hermosas hasta en los oídos menos cándidos. Cortarme las uñas una vez por semana y guardarlas en una cajita para hacer quién sabe qué. Ser sincera y arrogante. Mirar en la calle y en el metro las cáscaras vacías de la gente con la misma autenticidad con la que me miro al espejo. Y mirarme al espejo como a través del objetivo de una Leica III.
No vale de nada tener objetivos si no se tiene fuerza.
Nox.
nos merecemos un mundo así
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