sopastrike

6 oct 2009

Selene, hija de Tea


Y la luna estaba tan cerca que me cegaba con su mirada de plata...

Y luego me caía encima con su peso satelital

Y me rompía los huesos

Y luego rodaba por las calles aplastando a cuanto miserable encontrase en su camino, abrazándolos en la aridez de sus cráteres

Y sólo quedaron los que creían en el amor

Y los que eran amor

Y los que permanecían en silencio, porque sabían que a veces es mejor encerrar las palabras en los labios y callar hasta con la mirada

Y quedarse quieto sintiendo la paz.

Nox.

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