sopastrike

14 may 2009

Bienvenidos al circo


Semper ad astra, obvio. Es sólo que ahora es en serio. Voy a ir realmente hacia las estrellas.

Estoy convencida y persuadida de que ha llegado el momento de tomar las resoluciones correctas, y más importante, realmente mantenerlas. En qué momento sucedió todo esto? Ya sé que suena a tragedia, pero no me importa, me gusta la tragedia real, la que viene de la médula de tus huesos y te lleva hasta tus propios límites (para empujarlos o para conformarse con ellos, ese es un problema a parte). Y hoy no estoy aquí para jugar a la tragedia. Estoy aquí para vivirla. Con un poco de suerte, y más que eso, un esfuerzo demencial, antes de que caiga el telón las cosas no resultarán tan mal.

Me da la impresión de ser alguna especie de copy-paste mal hecho, de falsificación de mala vida, y no es la primera vez que me hago la reflexión de que debería detenerme y forzarme (y sí, bien digo forzarme) a ser mínimamente coherente.

No quiero ni necesito de nadie, esto es como mi propia muerte, nadie me acompañará. Quiero realmente probarme que soy el fénix, pero el que se consume en las verdaderas llamas, las llamas auténticas, las llamas que significan realmente algo para él.

Es un compromiso. Uno de verdad. Se acabó el chantaje psicológico, no lo necesito, muy por el contrario, es la primera cosa de la que pienso deshacerme. Desde este instante le dibujaré a todo un enorme punto de interrogación, pondré todo en duda metódica, y reconstruiré mi propio universo, lejos de lo que yo considero decadencia y mediocridad.

Todos tenemos derecho a morir los viernes y los domingos.

Nox.

Imagen: "Fire Dance" by ahermin @ deviantART.com

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