sopastrike

29 ene 2010

Sí, acepto.

No tengo idea de la dimensión de las cosas, de las transcendencias inminentes que viven en la médula de los instantes.

Aceptando la invitación a un café un jueves, acepté una cerveza, el encuentro de mi soledad con la suya, la sonrisa que me dirigió, el trance pasional pasajero, las vueltas en círculo del destino y la coincidencia, su cuerpo en el mío, mi cuerpo sin el suyo, el amor.

Lo importante no es, como se cree en la superficie, leer lo que está en letra chiquita, sino leer lo que está entre líneas.

Lo importante es que la palabra amor pierde su semantismo y se transmuta en mil formas distintas. El resto no necesita ser contado ni comentado.

Nox.

1 comentario: