Me miró con esos ojos, globulino,
esos ojos globulosos que desengluten
glaláctica glosarina glusífina
y yo me quedé glisílaba, mirándolo,
y la pasta dental hizo gluglú en el cepillo
y me salieron glaceaduras glisolientas, gligloglú, ¡qué glusinemia!
gloriosos globitos glosofóbicos de glucógeno glentendido.
Ay, cosa glintinina, el glontosaurio me llenó todo de rosa glarsódico
y glutenes inesperados, una jungla glauca,
y cuando todo se hubo burbujeado conglomerosamente,
el globucéfalo, con sus ojos de glaucoma,
seguía quieto mirándome desde el fondo de la bañera.
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